Uno de los primeros asombros que experimenté como recién llegado al mundo de la programación en el lenguaje C, fue
printf, porque por su poder y versatilidad proporciona soluciones rápidas a múltiples tareas. Precisamente por eso, en
42 Madrid, adonde comencé mi formación como programador, su uso estaba
terminantemente prohibido a los principiantes. Grande fue entonces la satisfacción cuando, con pocas semanas como estudiante, logré escribir
mi propia versión de esa función.