Prácticamente nadie lee los términos y condiciones de uso de los sitios de Internet. Eso quedó probado una vez más cuando la empresa británica de videojuegos
GameStation incluyó en las condiciones legales de venta de sus productos una cláusula según la cual podía reclamar el alma de sus clientes, y 7.500 compradores cerraron trato. Fue una broma, pero quedó claro que casi nadie había leído los términos y condiciones. Más información,
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