La explosión de la telefonía celular, y la expansión de dispositivos digitales de todo tipo generaron un efecto secundario que crece día a día: la "basura electrónica"; es decir, desechos de esos equipos. Este tipo de residuos contiene elementos contaminantes, y requiere –coinciden fuentes oficiales, ambientalistas y fabricantes– un tratamiento especial. Sin embargo, aún no existe una legislación nacional sobre esta cuestión. En esta nota de Clarín, un informe acerca del tema.