El aumento de la capacidad de procesamiento de la computación actual depende, básicamente, de la miniaturización de los chips de silicio, pero ese proceso tiene, al parecer, un límite bastante cercano. En poco tiempo, ya no será posible construir transistores más pequeños. Por eso, científicos de todo el mundo trabajan en
computación cuántica, en la que se manipulan átomos, electrones, fotones. A este tema se refiere
esta nota publicada ayer en Clarín.