Me sorprendió la efectividad de la herramienta Arrastrar para cambiar la ruta, de Google maps. Cuando se busca cómo llegar de un punto a otro, el sitio propone un camino (o varios). Pero en ocasiones, ese camino no nos gusta, porque incluye, por ejemplo, una avenida lenta. Entonces, basta arrastrar el tramo de la ruta en cuestión hacia donde queramos. Y Google maps, con buen criterio, redefine el recorrido atendiendo nuestra preferencia.